¿Qué tal vamos de excesos y empachos? ¿Habéis sido buenos y os han caído muchos regalos? A mí el Olentzero (Papa Noel vasco) me ha traído una Kitchen Aid, entre otras cosas. Yo creo que se le ha debido de ir la pinza, porque si ya era peligrosa en la cocina sin artilugios de ayuda… ahora ya veréis. Voy a fundir el cacharro del tute que le voy a meter, aviso.
Por cierto, los juguetes con pilas deberían estar más que prohibidos. Sólo lleva dos días en casa Peppa Pig con su bicicleta, pero creo que va a salir volando por la ventana en cualquier momento (no sé si lleva incorporado paracaídas, pero me la sopla, la verdad). Estoy de su voz… me enerva, es así. Encima, si la susodicha se encuentra algún obstáculo en su camino, su encantadora voz de pito, no me preguntéis por qué, pero se convierte en la de la niña del exorcista, literal. Es horrible, hoy a las 7 de la mañana ya se la oía decir por el pasillo «voy ganandoooooooo, voy ganandooooooooooo», pero con voz de posesa. Mucho miedito, sí.
Y como sé que la mayoría estaréis, o bien con la comida que os sale de las orejas (porque no sé por qué extraña razón, pero parece que solo se come en estas fechas), o bien hasta el moño de comer sobras recalentadas, os traigo una receta muy fácil y sin complicaciones. Qué mejor que unas tortitas para desayunar después de tantos excesos navideños…
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 150g de harina
- 100g de maizena
- 2 cucharaditas de levadura en polvo (tipo Royal)
- 1 cucharadita de sal
- 2 yemas de huevo
- 2 cucharadas de mantequilla diluída
- 300ml de leche
- 2 claras a punto de nieve
- «Robarle tiempo al tiempo» de Café Quijano.
Es tan fácil como echar todos los ingredientes que os he dicho en un bol, menos las claras, y batirlo bien (a mano o con varillas eléctricas… como queráis). Cuando veáis que está todo bien integrado agregáis las claras a punto de nieve con movimientos envolventes ( vamos, con amor) para que quede muy esponjosa la masa.
Y ya está, ya tenéis lista la masa para tortitas. Ahora tendríamos que calentar una sartén y pintarla con un poco de mantequilla. Cuando veáis que tiene temperatura, con un cazo vais vertiendo una pequeña cantidad de masa en la sartén. La dejáis que se haga unos segundos y cuando veáis que si moviendo la sartén la tortita fluye… es hora de darle la vuelta. Aquí ya, como os parezca, o bien os ayudáis de una espumadera para voltearla o lo dais todo y… ¡arriba esa sartén! (yo no me hago responsable). En este paso no desesperéis porque es cuestión de prueba y error ¿ok?. La primera os saldrá fea seguro, la segunda se os desparramará… pero ya os digo que es pillarle el truco.
¡Listo! a disfrutar de unas tortitas quitapenas y quitahambre… porque os aseguro que llevan tanto alimento que no tendréis hambre en toda la mañana. Yo suelo tomarlas con mermelada, pero con crema de chocolate (nocilla y demás…) están de vicio…
Anotaciones:
- Soy consciente de que hacerlas según nos caemos de la cama puede dar un poco de pereza así que yo lo que hago es preparar la masa por la noche. La dejo en el mismo bol tapada con papel film y a la nevera. De esta manera no tendremos ninguna excusa para no darnos un homenaje por la mañana.
En cuanto al ingrediente especial… que me gusta a mi un bolero, oigan… igual que las tortitas me flipan para desayunar.
¡Que lo disfrutéis! Las tortitas… y el bolero.