Hoy os traigo una receta súper fácil de hacer, no tiene complicación ninguna, así que no hay excusas que valgan. Quiero que me mandéis fotos de este bizcocho sí o sí ( es una orden, efectivamente). Y ya aprovecho a deciros que me muero por compartir dos recetas en concreto con vosotros. Una es un brazo de gitano de limón y queso que está… puffffff… no tengo palabras para describirlo. Lo subiré la semana que viene, así que permanezcan atentos a sus pantallas… aunque pueden sufrir un stendhalazo al canto (yo aviso por si acaso). Y en cuanto a la otra receta… resulta que me muero de ganas de subirla solo por el ingrediente especial. Soy así, ya lo sabéis.

Venga, hoy no me voy a liar, pero el próximo día os cuento cosas… interesantes o no, quién sabe.

Los ingredientes que vamos a necesitar para preparar este bizcocho de naranja son:

• 250 gr de azúcar
• 3 huevos
• 250 gr de harina de repostería
• un yogur natural (yo utilicé un griego de Eroski)
• una naranja
• una pizca de sal
• un sobre de levadura Royal
• «Vida loca» de Francisco Céspedes.

Vamos allá. Lo primero que vamos a hacer es precalentar el horno a 180 grados y rallar la naranja.

En un bol mezclamos el azúcar y los huevos. Cuando esté bien homogéneo añadimos el zumo de naranja y la ralladura y seguimos batiendo con ayuda de unas barillas.

Incorporamos la harina, la levadura y la sal, tamizándolo, y seguimos mezclando con movimientos envolventes.

Sólo nos queda verter la mezcla en un molde, al que habremos engrasado previamente para que nos resulte más fácil desmoldarlo luego.

Horneamos con calor arriba y abajo durante una media hora larga. Id vigilándolo, no vaya a ser que necesite más tiempo o menos. Ya sabéis… la prueba del palillo no falla.

¡Y listo!

Anotaciones y sugerencias:

• No, esta vez no le he añadido almendras crocanti (ya sabéis que soy fanática de ellas) pero lo que sí añadí fueron perlitas de chocolate. En los ingredientes no lo he puesto porque en un principio no las iba a poner pero… en el último momento me pudo el vicio. Soy así.

En cuanto al ingrediente especial, la verdad es que esta semana escuché esta canción en un programa de la tele (no vamos a hacer publicidad, pero seguro que sabéis de qué programa se trata) y me apetecía ponerla. Siempre me ha gustado mucho y la tenía en el baúl de los recuerdos…

¡Que lo disfruten… o no!