¡Feliz Año Nuevo y todas esas cosas! Ya lo siento, porque seguro que estáis que os salen los langostinos y demás viandas por las orejas (que alguien me explique por favor por qué parece que sólo comemos en Navidad) pero varias personas me habéis preguntado por la receta del roscón y yo soy una mandada.
En esta ocasión, como ya veo que sois alumnos aventajados, os traigo la receta de Roscón de Reyes nivel avanzado con prefermento, o madre. Suena muy así pero nada más lejos de la realidad, es súper fácil de hacer. Probad y me contáis ¿sí? Y si no… tenéis también otra receta de roscón en el blog por si os covence más.
Que queréis que os diga… estoy más que saturadita de comida, pero el roscón me puede… ummm… bien untadito en un cola cao… o bien untadito de nata… orgásmico, es así.
Venga, los ingredientes que necesitaremos para el prefermento, o madre, son:
- 45 g de harina de fuerza
- 25 g de leche
- 1 g de levadura fresca
Para el Roscón (tamaño pequeño, que se me ha olvidado comentaros):
- 70 g de prefermento
- 60 ml de leche
- canela en rama
- limón
- naranja
- 6 g de levadura fresca
- una cucharadita de agua de azahar
- una cucharadita y media de ron
- 170 g de harina de fuerza
- 1 huevo
- 30 g de mantequilla
- 35 g de azúcar
- pizca de sal
- frutas escarchadas
- huevo para pintar
- almendras
- «September Song» de Agnes Obel
Muy bien, allá vamos. La noche anterior tenemos que preparar el prefermento, o la madre, y simplemente es mezclar la leche tibia con la harina y la levadura. Amasamos un poco, hacemos una bolita (como podéis ver en la foto de los ingredientes) dejamos fermentar durante una media hora en un bol, cubrimos con papel film y lo guardamos en la nevera hasta el día siguiente.
Por otro lado, podemos dejar ya infusionada la leche junto con la canela y la piel de limón y naranja.
A la mañana siguiente el prefermento que teníamos en la nevera lo partimos en trocitos y lo echamos en la harina. Añadimos también la levadura desmenuzada, la ralladura de limón, el azúcar y una pizca de sal, es decir, los ingredientes sólidos. Incorporamos también el huevo.
A la leche que tenemos infusionada añadimos el ron y el agua de azahar.
Comenzamos a mezclar todo y vamos añadiendo poco a poco los ingredientes líquidos. No echéis toda la leche, dejad un poco por si tuviéramos que corregir la masa más adelante. Nos debería quedar una masa que se pega ligeramente a los dedos.
Es hora de amasar. Lo haremos durante unos 3 o 4 minutos, suavemente con la palma de la mano. Pasado este tiempo incorporamos la mantequilla y seguimos amasando. Tardaremos unos diez o quince minutos, primero tenemos que conseguir incorporar la mantequilla a la masa y luego debemos conseguir una masa lisa. Cuando lo hayamos conseguido hacemos una bola con la masa y la dejamos fermentar en un bol, cubierta con un paño, durante una hora y media o dos horas.
Cuando haya pasado ese tiempo lo primero que tenemos que hacer es desgasar la masa. Para ello simplemente tenemos que amasar ligeramente la masa.
Y ha llegado el momento de formar el Roscón pero primero tenemos que dejar que la masa se relaje durante unos diez o quince minutos, porque si formamos el roscón ahora, como la masa está tensa, se nos encogería. Tapamos con un trapo, para que no se forme costra, y esperamos.
Una vez pasado el tiempo formamos el roscón. Para ello hacemos un pequeño agujerito en el centro y vamos agrandándolo como si fuera una rueda. Es decir, cogéis la masa con las dos manos y vais agrandando el roscón.
Cogemos una hoja de papel de horno y ponemos nuestro roscón. Si queréis meter una sorpresa dentro éste sería el momento de hacerlo. Pintamos con huevo con mucho cuidado toda la superficie y dejamos reposar de hora y media a dos horas. Se nos triplicará el volumen, más o menos, durante este tiempo de reposo.
Sólo nos queda decorar, para ello volvemos a pintar con huevo y pasamos a añadir las frutas escarchadas, almendras y azúcar.
Llevamos al horno, que habremos precalentado a 180 grados, con ventilador (si tiene nuestro horno). Lo hornearemos durante unos 20 minutos. Tened cuidado, porque al llevar mantequilla y huevo va a coger color rápidamente. Si veis que se pone muy dorado tapadlo simplemente con un poco de papel de aluminio hasta que se termine de hacer.
¡Y ya está! lo dejáis enfriar y listo.
Anotaciones y sugerencias:
- la mantequilla añadidla fría, nunca fundida, si no nos quedará una masa gomosa.
- la leche mejor añadirla tibia
- a la hora de decorar con el azúcar podéis usar azúcar avainillado, perlado, escarchado… al gusto de cada uno, ya sabéis.
- podéis rellenarlo con crema, con nata… hay mil opciones.
- si queréis un roscón más grande tan sólo tenéis que duplicar las cantidades de cada uno de los ingredientes.
En cuanto al ingrediente especial… pues resulta que gracias a la serie Big Little Lies (brutal, por cierto) he descubierto a esta compositora y me tiene enamorada.
Que lo disfruten… o no.
¡Y Feliz Año!