Hoy os traigo una receta hipermegafácil. Es que no tiene la más mínima complicación.

La verdad es que con estos calores eso de encender el horno como que no me apetece ni una pizca. Y sí, estoy vaga. Y he engordado unos kilos en verano y me siento culpable si le doy al horneado.

Así que el otro día me puse a mirar qué había en la nevera y aquí tenéis el resultado de ese sueño de una tarde de verano (porque septiembre aún es verano, aunque muchos opinen lo contrario).

Espero que os guste. A mí personalmente esta mezcla de dulce y ácido me flipa. Es así.

Los ingredientes que he utilizado son:

• un yogur griego
• una tarrina de queso de untar de 250 g
• 90 g de azúcar glas
• el zumo de dos limas y medio limón
• 200 ml de nata para montar
• » Nana triste» de Natalia Lacunza y Guitarricadelafuente

Simplemente tenemos que poner en un bol el yogur, el queso y el azúcar. Batir bien hasta que quede bien integrado.

Añadimos el zumo de las limas y el limón y seguimos batiendo.

Montamos la nata. Nos tiene que quedar montada, pero suave, no en plan mazacote, y la incorporamos a la mezcla que tenemos en el bol. Seguimos batiendo, pero con cuidado de no hacerlo con demasiada energía para que no se nos baje la nata y nos quede esponjosa la mezcla.

Probad un poco por si queréis corregir y añadir más azúcar, o un poco más zumo de limón.

Y ya estaría. Tan solo nos faltaría verter nuestro cremoso en los recipientes que vayamos a usar y dejarlo en la nevera un par de horas mínimo.

Más fácil imposible, creo.

Anotaciones y sugerencias:

• Realmente solo puedo decir que lo suyo es que lo vayáis probando para ver cómo de dulce y de ácido está. No tiene ciencia, es muy fácil de corregir si os habéis pasado de una cosa o de otra.

En cuanto al ingrediente especial… pues la verdad es que puse «limón» en youtube. De la primera búsqueda en la columna de sugerencias salió esta canción. Que no sé qué tiene en común limón y nana triste pero… ¡ay! qué contenta estoy con el descubrimiento. Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…