PANECILLOS CUQUIS DE REMOLACHA

A veces pienso que no sé para qué o quién subo las recetas, porque realmente no sé si las leéis o no (nadie dice ni mú, o muy pocos). Luego pienso que mira, me da igual, realmente las subo para mí. Es una forma de tener un recetario ordenado y si encima le sirve ala alguien alguna de las recetas, mejor que mejor.

Total, que el otro día tenía mono de amasar. Sí, de amasar también se puede tener mono. De amasar, de ver cómo te habla la masa, de esperar sus tiempos… Si no lo habéis probado nunca os animo a que lo hagáis con esta receta porque realmente es muy sencilla de preparar. Y es que además quedan de bonitos… ese color rosado que le da la remolacha es lo más. Os aviso que si tenéis peques en casa van a quedar fascinados con estos panecillos cuquis de remolacha.

Vayamos al lío. Los ingredientes que necesitaremos en esta ocasión son:

  • una remolacha pequeña o un bote pequeño de remolacha en conserva
  • 20 g de levadura fresca
  • una cucharadita de miel
  • 300 g de harina de repostería
  • 6 g de sal
  • 130 ml de agua
  • 10 ml de aceite de oliva
  • pipas variadas
  • «Someone you loved» de Lewis Capaldi

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Lo primero que tenemos que hacer es escurrir la remolacha, en caso de que vayamos a usar la que viene en bote ya, y triturarla hasta conseguir un puré. Si vamos a usar una remolacha lo que tendremos que hacer es asarla a 180 grados durante, más o menos, una hora o hasta que veamos que está blanda. La pelaremos y trituraremos hasta obtener un puré. Reservamos.

Disolvemos la levadura en el agua (templada).

En un bol mezclamos la harina, la sal, el aceite, la cucharadita de miel y la levadura disuelta.

A la mezcla anterior incorporamos la remolacha triturada y amasamos durante unos 15 minutos. Podemos hacerlo con la ayuda de una amasadora o con las manos directamente. En este caso lo haremos sobre una superficie enharinada.

Dejamos reposar la masa en un bol enharinado. Tapamos con un paño para que no se forme costra y dejamos que doble su volumen. Dependiendo de la temperatura ambiente que tengamos tardará más o menos, pero echadle una hora mínimo.

Pasado este tiempo tenemos que quitar el aire de la masa. Para ello apretamos con los dedos y volvemos a amasar. Cortaremos en trozos e iremos formando nuestros panecillos. Los colocaremos sobre la bandeja de horno, a la que habremos puesto una hoja de papel de horno, los tapamos con un trapo y dejaremos espacio entre ellos porque tenemos que dejar que vuelvan a subir durante otra hora más.

Pasado este tiempo espolvoreamos con las pipas y llevamos al horno a 180 grados durante unos 20 minutos.

Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla ¡y listo!

Igual os parece complicado pero de verdad os digo que son muy, muy sencillos de preparar.

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Anotaciones y sugerencias:

  • en vez de miel podéis usar una cucharadita de azúcar
  • quedan espectaculares, como panecillos, como pan para tostadas, incluso como pan de hamburguesa.

En cuanto al ingrediente especial… pues que me encanta la voz de este tío, me parece brutal. Punto.

Que lo disfruten… o no.

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