Vale, cuando compré las manzanas la idea era hacer una compota o manzanas asadas pero luego me puse al lío y sentí la necesidad de hacer algo con más sustancia. Estuve investigando recetas y encontré una de tarta de manzana al estilo normando y me gustó. Ese aire rústico me llamó la atención y tuve que hacer esta tarta, sí o sí. Eso sí, modifiqué alguna cosilla y, por ejemplo, le añadí plátano (no sé qué me ha dado con los plátanos últimamente… si encima me dan migraña). Debo decir que el plátano le queda de lujo, pero estoy segura de que sin él también quedará de vicio esta tarta.
Los ingredientes que utilizaremos en esta ocasión, para hacer nuestra tarta rústica de manzana con un toque de plátano, son:
- 3 manzanas medianas
- 1 plátano
- 3 huevos
- 140 g de mantequilla
- 200 g de harina de repostería
- 1 sobre de levadura tipo Royal
- 250 g de azúcar
- 1 pizca de sal
- 70 g de leche entera
- «La danza de las libélulas» de Manuel García
Lo primero que tenemos que hacer es mezclar bien en un bol la harina (tamizada), la leche, 150 g de azúcar, 2 huevos, 60 g de la mantequilla derretida y una pizca de sal, hasta que consigamos una mezcla homogénea.
Por otro lado, pelamos las manzanas, les quitamos el corazón y las cortamos en láminas. Las añadimos a la mezcla anterior y mezclamos bien.
Vertemos en el molde que vayamos a usar. Lo suyo es utilizar uno de unos 20 cm de diámetro. No os olvidéis de engrasar y enharinar el molde antes de verter la mezcla. Yo como uso estos moldes de Lékué me ahorro ese paso porque nunca se pega la masa y así me libro de pringarme las manos con mantequilla, que no me gusta nada de nada…
Con el horno precalentado a 160 grados horneamos nuestra súper tarta durante unos 25 o 30 minutos. Usaremos la opción de calor arriba y abajo y aire.
Mientras se va horneando pasamos a la segunda parte de la receta, para ello en un bol tenemos que mezclar el resto de ingredientes, que serían el huevo, lo que nos queda del azúcar, el resto de la mantequilla derretida y el plátano en rodajas. Mezclamos bien y reservamos hasta que hayan pasado los 25-30 minutos de horneado de la primera parte de la tarta.
La sacamos del horno y vertemos la mezcla por encima y volvemos a llevarla al horno.
Horneamos durante unos 35-40 minutos más. Como siempre, comprobaremos que está hecha con la ayuda de un cuchillo. Si sale limpio ya la tendríamos. Sacamos del horno y dejamos reposar sobre una rejilla. Cuando veamos que ya está templada podemos pasar a desmoldarla para dejar que se termine de enfriar del todo.
No podéis decir que no es fácil de hacer… y el resultado es realmente espectacular: una deliciosa mezcla de tarta jugosa de manzana con una costra crujiente para hiperventilar de gusto.
Anotaciones y sugerencias:
- podéis prescindir del plátano, en la receta original de hecho no lo lleva, pero ya sabéis que en esta casa proliferan los plátanos góticos de una manera… empieza a ser algo digno de estudio
- podéis añadir unas gotas de esencia de vainilla
- queda de lujo acompañado de helado de vainilla
- yo utilicé un molde más grande, pero la próxima vez usaré uno de 18 o 20 cm porque creo que tiene que estar mucho más rica y bonita si queda más gordita.
En cuanto al ingrediente especial… desde que he descubierto esta canción estoy en bucle con ella. Soy así.
Que lo disfruten… o no.