En mi pueblo hay una pastelería que hace unas milhojas para perder el sentido, y no exagero. Aunque debo decir que antes las hacían más grandes y costaban menos. Pero bueno, es lo que hay. La cuestión es que siempre he creído que serían complicadas de hacer y nunca me había planteado probar a hacerlas en casa. Por lo tanto, después de probar del éxito de la receta (que encontré en una revista, a la que he modificado alguna cosilla) puedo decir que ESTABA EQUIVOCADA. Sí, señoras y señores, puede parecer complicado pero no. Están tiradas de hacer y quedan, cómo quedan… es que no tengo palabras.
En esta ocasión, y para que no os abruméis, vamos a hacer la versión fácil, o lo que es lo mismo: milhojas para dummies. No os preocupéis que en próximas ediciones haremos la versión avanzada, o lo que es lo mismo: preparando nosotros el hojaldre directamente.
Los ingredientes que vamos a necesitar en esta ocasión son:
- dos láminas de hojaldre (rectangular)
- 50 g de azúcar glas
Para la crema pastelera:
- 500ml de leche
- 4 yemas de huevo
- 100 g de azúcar
- 45 g de maicena
- unas gotas de esencia de vainilla
Para la glasa:
- media clara de huevo
- 100 g de azúcar glas
- un poco de zumo de limón
- un puñado de almendras crocanti
- «Goodbye kiss» de Kasabian en versión de Lana del Rey
Lo primero que vamos a preparar es la crema pastelera. Para ello llevamos a ebullición los 500 ml de leche con las gotas de esencia de vainilla. Retiramos del fuego y dejamos entibiar.
Por otro lado batimos las cuatro yemas con los 45 g de maicena y 100 g de azúcar. Añadimos la leche, tibia ya, a la mezcla anterior. Mezclamos bien y lo ponemos en el cazo de nuevo a fuego lento, sin dejar de remover, hasta que espese. Cuando veamos que ha cogido cuerpo lo pasamos a un bol, tapamos y dejamos que se enfríe.
Vayamos con el hojaldre. Extendemos el hojaldre sobre un papel soufurizado en la bandeja de horno. Cortamos en rectángulos. Según el tamaño que queramos hacer de milhoja lo haremos de una medida u otra, pero siempre iguales entre ellos. Yo saqué seis rectángulos de cada lámina de hojaldre, pero debo decir que me equivoqué al comprarlo y como no era rectangular tuve que andar haciendo recortes, así que si lo cogéis rectangular directamente os saldrá más cantidad.
Tenemos que pinchar con un tenedor todos los rectángulos de hojaldre y espolvorear por encima los 50 gramos de azúcar glas.
Yo coloqué en la bandeja de horno, sobre papel sulfurado, una primera hoja de hojaldre recortada en rectángulos, encima otra hoja de papel de horno y encima la otra hoja de hojaldre cortada en rectángulos espolvoreada con azúcar glas también. De esta manera, el hojaldre de abajo no se nos inflará y quedará más tostadito ( a mí, personalmente, me encanta este ligero toque quemado del hojaldre con el azúcar).
Llevamos al horno, a 200 grados durante unos 30 minutos y dejamos enfriar.
Una vez que tengamos el hojaldre frío, vamos poniendo crema pastelera sobre ellos. Otro rectángulo de hojaldre, más crema pastelera y otro hojaldre por encima. Yo usé tres rectángulos de hojaldre por milhoja.
Para la glasa simplemente tenemos que batir la media clara, con el azúcar glas y el chorrito de zumo de limón. Según lo vais haciendo veréis si os pide más clara de huevo, azúcar… Debemos obtener una mezcla espesa. La repartimos por nuestras milhojas y terminamos espolvoreando unas almendras crocante por encima.
¡Listo!
Anotaciones y sugerencias:
- os sugiero que os animéis. Yo era la primera que pensaba que tenían que ser muy complicadas de hacer y nada más lejos de la realidad. Y si no… ya me contaréis.
- aquí os he dejado la versión fácil. En próximas ediciones haremos milhojas pero preparando nosotros mismos el hojaldre y haciendo una decoración más currada por si queréis que queden más vistosas. Pero con las almendras quedan… ¡ufff!
En cuanto al ingrediente especial… pues que me gusta a mí esta chica, qué le vamos a hacer.
Pues nada, que lo disfruten… o no.
Gracias.. Vamos a ello. Este finde. 😊😍
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¡Quiero foto! 👏🏻👏🏻👏🏻🤗🤗
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