Supongo que siendo las fechas que son debería estar manos a la obra con recetas navideñas, pero… realmente creo que esta tarta de chocolate bien puede ser un postre de vuestras mesas navideñas ¿no os parece? La he llamado timbal de chocolate y frutas del bosque para que le dé un poco más de empaque, pero realmente es la mejor tarta de chocolate que probaréis en mucho tiempo. Encima no lleva gluten, ¡qué más se le puede pedir! porque es que además más fácil de hacer no puede ser.
Por otro lado, estoy pensando en probar a hacer panettone, pero es que nunca lo he probado y no sé si es buena idea lanzarme a prepararlo sin saber realmente como es, sabor, textura y demás… A ver si encuentro moldes y me animo. Os mantendré informados. De todas formas, tenéis por aquí recetas navideñas de turrón, roscón de reyes…
Pero centrémonos en la receta de hoy. Los ingredientes que vamos a necesitar son:
- 200 g de azúcar
- 4 huevos
- 100 g de harina de arroz
- 200 g de chocolate negro
- un chorrito de ron
- 200 g de mantequilla
- cacao en polvo
- azúcar glas
- «Tres venenos» de Tulsa
Lo primero que haremos será fundir el chocolate (troceado) con la mantequilla. Ya sabéis, vais calentando poco a poco en el micro, para que no se nos queme, y vamos removiendo hasta que se nos haya fundido por completo el chocolate con la mantequilla.
Por otro lado, separamos las yemas de las claras y las dejamos en recipientes diferentes. La claras las tenemos que montar a punto de nieve. Cuando veamos que van cogiendo consistencia, añadimos la mitad del azúcar y seguimos batiendo con ayuda de unas varillas hasta que nos queden bien montadas.
Las yemas las tenemos que batir con el resto del azúcar hasta que nos queden blanquecinas y con un punto cremoso. Entonces será el momento de añadir la harina de arroz, el chorrito de ron y la mezcla de chocolate y mantequilla.
Sólo nos queda añadir las claras a punto de nieve a la mezcla muy poco a poco, removiendo con movimientos envolventes.
Vertemos la mezcla en el molde que vayamos a usar (vosotros sabréis si necesitáis engrasarlo o no) y lo llevamos al horno (precalentado a 180 grados) con calor arriba y abajo y lo horneamos durante unos 40 minutos.
Pasado ese tiempo dejamos reposar la tarta sobre una rejilla. Cuando esté templada desmoldamos y espolvoreamos con cacao.
No tiene más ciencia. Os aseguro que la costra crujiente que se forma con su interior jugoso está realmente para perder el sentido. Y si no, ya me contaréis.
Anotaciones y sugerencias:
- las cantidades de la receta son para un molde de unos 20 cm de diámetro. Yo utilicé uno más pequeño, porque últimamente me ha dado por ese molde, por lo que me sobró masa que utilicé para hacer madalenas.
- podéis cambiar el ron por brandy.
- yo la he decorado con frutos del bosque y azúcar glas, pero como siempre os digo, podéis darle vuestro toque. Con un poco de helado de vainilla tiene que estar brutal, por ejemplo.
- tened cuidado con el chocolate de que no tenga gluten.
- la harina de arroz se puede sustituir por almendra molida.
En cuanto al ingrediente especial… pues que me gusta mucho esta chica. Y que me hacía gracia, porque estoy convencida, que a día de hoy, todavía habrá quien me pregunté por qué ingrediente es ese de tres venenos…
Que los disfruten… o no.