Bueno, realmente no he cumplido mi palabra porque debería haber subido entrada antes de fin de año pero… es lo que hay. Así que la subo hoy y así empiezo el 2020 con buen pie (o no, nunca se sabe).
Teniendo en cuenta que estaréis saturados de comida, y tampoco tendréis muchas ganas de trabajar en la cocina debido a atracones a mano armada y resacas varias, os traigo una receta súper fácil de hacer y muy entretenida si queréis hacerla con peques.
Para hacer estas caracolas de chocolate lo único que vamos a necesitar será:
- dos láminas de hojaldre (rectangular)
- un huevo
- crema de cacao (tipo nocilla)
- azúcar
- «Hambre» de Gepe

Lo primero que tenemos que hacer es extender una de las láminas y untarla generosamente de la crema de cacao.

Cubrimos con la otra hoja de hojaldre.

Cortamos en tiras tal y como podéis ver en la siguiente foto.

Cogemos las tiras de una en una y las vamos girando como en la foto.

Sólo nos quedaría enrollarlas sobre sí mismas. Os debería quedar algo parecido a las de la foto.

Las pintamos con huevo con ayuda de un pincel y espolvoreamos con un poco de azúcar.
Las llevamos al horno, con calor arriba y abajo (precalentado) a unos 215 grados durante unos veinte minutos.
Sacamos y enfriamos en una rejilla.
¡Listo!



¿Fácil o no?
No, en esta ocasión las anotaciones y sugerencias sobran. Si alguien quiere innovar que lo haga, claro que sí.
En cuanto al ingrediente especial… que me gusta y punto.
Que lo disfruten… o no.
¡Ah! ¡¡¡Y Feliz Año nuevo!!!