Lo sé, lo sé, tengo el blog abandonado. Pero es que con todo esto del confinamiento (o confitamiento) ando sin ganas de nada. De verdad que envidio a todas esas personas que les está dando tiempo a hacer yoga, tutoriales de todo tipo, dormir la siesta, hacer videoquedadas para el pintxo-pote. A mí no me da. Pero que tampoco me preocupa. Además, hornear sí que estoy horneando, lo único que me da mucha pereza subir las recetas. Perdonadme la vida, anda…
Venga, hoy os traigo una receta que me habéis pedido much@s: cuajadas. Nosotros tenemos la suerte de tener de vez en cuando leche de cabra y la verdad es que con ella quedan las cuajadas de infartar. Literal. Pero vamos, que no cunda el pánico porque tenemos la opción B. Hace unas semanas, cuando fui a hacer la compra, me encontré cara a cara con esta botella de leche de oveja de Ultzama. No lo dudé y me la traje a casa para probar qué tal quedaban. Realmente no tiene ciencia y mismamente en la etiqueta de la leche tenéis la receta de cómo prepararlas.
Al final, en anotaciones y sugerencias os voy a dejar cómo hacerlas si lo que tenéis es leche de oveja, de cabra o de vaca pero de la que está sin tratar ¿vale? Vamos, de la que está recién ordeñada.
En esta ocasión vamos a necesitar:
- un litro de leche de oveja (la encontraréis en la zona de refrigerados)
- cuajo
- «Arikmetika arazoak» de Tapia eta Leturia

Como ya os he dicho antes, en la misma etiqueta tenéis las indicaciones de cómo hacerlo.
Yo básicamente lo que hice fue calentar la leche hasta que empieza a humear. Como ya está tratada no es necesario que hierva. Digamos que tenemos que calentarla hasta que casi hierva y en ese momento la retiramos del fuego.
Cuando esté templada (yo lo pruebo metiendo un dedo en la leche, cuando no quema ya estaría) ya la tendríamos lista.
En los recipientes que vayamos a usar tenemos que echar unas 4 o 5 gotas de cuajo y encima verter la leche templada.
No habría que hacer nada más. Dejamos que se enfríen y llevamos a la nevera.
Más fácil imposible. Y están de ricas…



Anotaciones y sugerencias:
- yo a la leche le eché una cucharada de azúcar y un par de cucharadas de leche en polvo, pero no es necesario. Yo lo hice porque anduve investigando por ahí y decían que venía bien para compensar la falta de grasa al estar en parte procesada ya la leche.
- si lo que tenéis es leche recién ordeñada lo que tenéis que hacer es cocer la leche haciendo que suba tres veces (y antes de todo colarla). Después la dejáis que siga hirviendo unos cinco minutos más pero a fuego lento.
- mi padre echa un poco de gelatina neutra para que queden más espesas, pero como todo, para gustos. Realmente creo que es cuestión de jugar con las gotas de cuajo. La última vez eché 5 gotas y quedó bastante cuajada ya. Pero vamos, que como todo, para gustos. Habrá a quien le guste bien espesa y el que la prefiera babosilla.
En cuanto al ingrediente especial… pues es que creo que le va muy bien a la receta. Punto.